Ámbar cerró los ojos y entreabrió los labios
Lo primero que sintió fue el caluroso aliento humectando su cuello, junto con un aromático olor de sabor cítrico, tierno y sabroso...la boca de Daniel empezó acomodándose en un vertiginoso hueco entre clavícula y cuello....olió ese toque a jazmín, dulce, sensual y misterioso...fue remontando, hasta llegar a un lóbulo absolutamente enternecedor, llegó a su frente rozando levemente la nariz con su mentón y tomó aliento junto al oído...
Las sensaciones eran tan intensas, que los ojos de Ambar no podían abrirse, todos sus poros desangraban deseo, entre penunbras y silencios, sospechó que las piernas que temblaban, eran las suyas, a su mente acudían imágenes que la desnudaban, que incluso la quitaban la piel....
Lentamente, eternizando el momento, Daniel fue descendiendo por ese rostro que emanaba una arrebatadora armonía femenina, llegando al fin a esos labios rebosantes de roce, los miró antes de abreviar distancias, como si pretendiera memorizarlos eternamente....el primer contacto fue dulcemente demoledor, las espaldas de ambos se arquearon tanto que crujieron, empezaron a asfixiarse de lujuria, sus lenguas se saludaron y se abrazaron, las salivas se mezclaron convirtiéndose en vino dulce, se rastrearon, se acecharon, se averiguaron....y por encima de todo, se disfrutaron realmente por primera vez.......
Entonces abrieron los ojos y se miraron suplicándose el uno al otro................